Para nadie es secreto o sorpresa que el país está pasando por un grave periodo de escasez de todo tipo de artículos. Aquí vamos a analizar la situación actual de la disponibilidad de los repuestos de autos que si bien no son recursos básicos, el tener un auto y mantenerlo funcional ya es una necesidad intrínseca de muchas personas. También se discutirá el impacto que las leyes con foco en la importación de productos han tenido en los negocios privados y las tácticas que éstos han tenido que tomar.
Pablo Nava Sara, dueño del taller y autopartes ARRAN.CA, opina que los recientes problemas de abastecimiento fueron predecibles desde un comienzo. “Desde hace aproximadamente tres años es que las dificultades empezaron a crecer a un ritmo descontrolado.”
Los artículos consumibles, es decir, aquellos los que hay que cambiar cada cierto tiempo (baterías, amortiguadores, frenos, entre otros) son los que más escasean y los más afectados por la inflación. Naturalmente, también son los más demandados por los clientes.
El administrador también piensa que el gobierno actual ha influido en todo esto. “Al no producirse ni fabricarse ningún tipo de repuesto localmente, nos vemos en la necesidad de importar del exterior, lo que seguramente implicará la necesidad de dólares.” Ante la imposibilidad de acceder a la subasta de dólares o divisas extranjeras, se inhabilitan las negociaciones internacionales produciendo un efecto dominó, cayendo la inversión y aumentando la inflación, lo que nos conlleva a aumentar los precios y a un impacto negativo para las tasas de pago. Las políticas obsoletas de los altos mandos del país producen dinero inviable, disminuyendo el poder de compra y venta del sector industrial, el sector privado y la capacidad automotriz.
También hace énfasis en la regulación excesiva de aranceles de importación. Están buscando proteger una industria inexistente cortándoles el flujo de artículos de Estados Unidos, país del cual provienen gran parte de las partes requeridas y la mayoría del mercado al que atienden. Además, están buscando lugares alternativos de los cuales importar autos, como son el caso de China y de Irán. Los productos que ofrecen no tienen un mercado fijo aquí, no establecieron que, en tiempo actual, todos salen perjudicados de los productos que traen. Prácticamente nadie ofrece repuestos para carros chinos y éstos no terminan durando mucho como consecuencia. Los repuestos genéricos que están importando no tienen la misma calidad y se dañan casi instantáneamente.
“Debido a la situación casi insalvable del sistema económico venezolano, tenemos que tomar el asunto en nuestras propias manos y con nuestro propio dinero. Tenemos que recurrir al mercado paralelo y estamos obligados a explotar todas las rutas de importación que tengamos a nuestro alcance.”
Podemos tomar esta breve percepción como evidencia de las dificultades diarias que pasan no sólo los trabajadores en esta área, sino toda empresa privada y negocios pequeños de servicio al cliente, que sienten que están siendo apartados por el gobierno, en lugar de velar por ellos como debería ser. Destaca la importancia de una producción nacional evidente y abundante y la llamada a una mayor libertad de realizar negocios en el exterior para poder satisfacer la demanda local y lograr ayudar a los clientes de la mejor manera posible.
Pablo Nava
